Las propiedades del Apio.
Apio Silvestre.
Lat: APIUM GRAVEOLENS
Fr: Ache de marais, Ingles: Mars Selenium,
Aleman: Eppich, Ital: Appium palustre.
El apio
Silvestre o el apio de los pantanos una vez cultivado en las quintas con el
nombre de apio, pierde gran parte de su aspereza.
En su estado
silvestre este apio alcanza a la altura de sesenta a setenta centímetros.
Los tallos son
derechos, estriados, espaciosos, angulosos y ramosos. Las hojas muy grandes,
brillantes, están profundamente recortadas. Las pequeñas flores de un blanco verdoso,
muy numerosas, están dispuestas en forma de paraguas en la extremidad de cada
rama. La raíz está dividida en muchas fibras, es rojiza de afuera, y blanca por
dentro. Contiene un jugo amarillento y pierde su olor y sabor cuando se seca. El
olor natural del apio silvestre es poco agradable. El sabor es acre y amargo.
Antiguamente ha
sido usado el apio silvestre con mucha más frecuencia que a hora, y poco a poco
la gente del campo vuelve a usarlo nuevamente, porque tiene muchas aplicaciones
en la medicina domestica y con muy buenos resultados.
Se le usa en los
catarros pulmonares crónicos y en el asma. Para este fin se hace un cocimientos
de treinta gramos de hojas frescas y un litro de agua y luego se toma mezclado
con leche recién ordeñada en la mañana y en ayunas. Es también indicado el apio
silvestre para aumentar la cantidad de orina. En este caso se emplea el jugo
exprimido de las hojas frescas en la cantidad de una, dos o tres cucharadas. Este
mismo jugo empleado de seis a diez cucharadas soperas, rinde buenos servicios
en las fiebres, sobre todo cuando el hígado esta hinchado y en todas las
hinchazones (edemas) en general, como también en la hidropesía, ictericia, etc.
Lo mismo es
bueno en los enfermos que sufren de gota y para curar el escorbuto. Regulariza
también la menstruación.
El uso externo
del apio silvestre es recomendado en las inflamaciones de los pechos de las
mujeres que recién dieron a luz, debido al estancamiento de la leche.
Se prepara una
cataplasma de hojas frescas hervidas en manteca o grasa de chancho o grasa de
cerdo, fresca y se agrega la semilla pulverizada de la misma planta. Se aplica
muy caliente.
La semilla tiene
más poder que las otras partes de la planta. En la retención de orina, cuando
el enfermo sufre y no puede orinar, se consigue un buen efecto con el siguiente
remedio:
Se hace con la
raíz machacada y reducida a trocitos y con hojas frescas un cocimiento espeso
en vino, que se aplica caliente sobre el vientre. Es conveniente aplicarlo en
la parte de más abajo del ombligo.
Los beneficios del apio son innumerables, desde prevenir enfermedades comunes como la gripe, hasta ayudarnos a adelgazar y prevenir enfermedades autoinmunes e inflamatorias.
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